El tema que trata el escritor Leandro
Fernández de Moratín es de un estilo neoclásico y poco generalizado, ya que no
estaba bien visto. Él, intentaba
transmitir a través de sus obras las injusticias que se cometían con los
matrimonios de conveniencia económica. Ante todo esta sensación de desacuerdo
que tenia con la forma de pensar de la sociedad de aquellos tiempos, lo
demostraba en sus obras de manera satírica.
Él defendía el amor verdadero y no el que
imponían los padres a los hijos, y además el decía que tendría más
posibilidades de subsistir un amor de verdad que no uno falso.
A diferencia de los demás escritores de la
época, Moratín fue uno de los pocos que se atrevió a saltarse las “normas” de
la sociedad para dar otra visión de cómo funcionaba la sociedad en aquellos
tiempos.
Cita:
“ ¡ Mandar, hija mía!... En estas materias
tan delicadas los padres que tienen juicio no mandan. Insinúan, proponen,
aconsejan; eso sí, todo eso sí; ¡pero mandar!...
¿ Y quién ha de evitar después las resultas
funestas de lo que mandaron?...Pues ¿cuántas veces vemos matrimonios infelices,
uniones monstruosas, verificadas solamente porque un padre tonto se metió a
mandar lo que no debiera?...[¿cuantas veces una desdichada mujer halla
anticipada la muerte en el encierro de un claustro, porque su madre o su tío se
empeñaron en regalar a Dios lo que Dios no quería?] ¡Eh! No señor; eso no va
bien...Mire usted, Doña Paquita, yo no soy de aquellos hombres que se disimulan
los defectos. Yo sé que ni mi figura ni mi edad son para enamorar perdidamente
a nadie; pero tampoco he creído imposible que una muchacha de juicio bien criada
llegase a quererme con aquel amor tranquilo y constante que tanto se parece a
la amistad, y es el único que puede hacer los matrimonios felices. Para
conseguirlo, no he ido a buscar ninguna hija de familia de estas que viven en
una decente libertad...”(...)
Moratín,
Fernández Leandro: “El sí de las niñas”, pág 100-101
0 comentarios:
Publicar un comentario